EL PODER DEL SEXO Y LA RETENCION SEMINAL

El sexo desempeña un papel enorme en el mantenimiento de la mecanicidad de la vida. Todo lo que hacen las personas tiene relación con el sexo; la política, la religión, el arte, el teatro, la música, todo es «sexo». ¿Creen ustedes que las personas va a la iglesia para rezar, o al teatro para ver alguna pieza nueva? No, éstos no son sino pretextos. Lo principal, tanto en el teatro como en la iglesia, es que allí se pueden encontrar hombres o mujeres. He allí el centro de gravedad de todas las reuniones. ¿Qué es lo que lleva a las personas a los cafés, los restaurantes, las fiestas de toda clase? Una sola cosa; el Sexo. Allí está la principal fuente de energía de toda la mecanicidad. Todo sueño, toda hipnosis deriva de ella. "Traten de comprender lo que quiero decir.

La mecanicidad es particularmente peligrosa cuando las personas no la quiere tomar por lo que es y trata de explicarla como otra cosa. Cuando el sexo es claramente consciente de sí mismo, cuando no se refugia detrás de pretextos, ya no se trata de la mecanicidad de la cual hablo.

Por el contrario, el sexo que existe por sí solo y que no depende de otra cosa ya es un gran logro. Pero ¡el mal estriba en esta mentira perpetua a sí misma!
Y ustedes preguntan: ¿debemos dejar las cosas así o cambiarlas? ¡Vamos! Dios mismo no podría cambiarlo.

Esto no se pueden cambiar, pero uno puede librarse de ello, quiero decir que hay una posibilidad de cambiar el estado de las cosas para uno mismo. Se puede escapar de la ley general, pero la ley general no puede ser cambiada ni en este ni en ningún otro. Pero un hombre puede cambiar su propia situación respecto a esta ley: puede escapar de ella. Es decir, el poder del sexo sobre las personas, ofrece muy diversas posibilidades. El sexo es la principal razón de nuestra esclavitud, pero también nuestra principal posibilidad de liberación.

"El «nuevo nacimiento» depende tanto de la energía sexual como el nacimiento físico y la propagación de la especie.

La abstinencia sexual es necesaria para la transmutación, pero solamente en ciertos casos, es decir, para ciertos tipos de personas. Para otros tipos no es necesaria en forma alguna. Y para otros aún, viene por sí sola cuando comienza la transmutación. Voy a explicárselo más claramente. 

Para ciertos tipos es indispensable una larga y total abstinencia sexual para que comience la transmutación; sin esta larga y total abstinencia, no puede comenzar. Pero una vez que el proceso esté bien encaminado, la abstinencia deja de ser necesaria. En otros casos, es decir con otros tipos, la transmutación muy bien puede comenzar, por el contrario, en una vida sexual normal; puede aun realizarse más pronto y desenvolverse mucho mejor con un gran expendio exterior de energía sexual. En el tercer caso, al comienzo la transmutación no requiere abstinencia, pero luego toma toda la energía del sexo y pone fin a la vida sexual normal, o al expendio exterior de la energía sexual.

El mayor mal y el factor principal de nuestra esclavitud. No es en el sexo mismo, sino en el abuso del sexo. Pero casi nunca se comprende lo que significa el abuso del sexo. Para un hombre que todavía no ha comenzado a trabajar sobre sí mismo y que no conoce la estructura de la máquina humana es tan imposible explicarle el significado del abuso del sexo como explicarle la manera de evitarlo.

El trabajo sobre sí, correctamente dirigido, comienza con la creación de un centro de gravedad permanente. Cuando un centro de gravedad permanente ha sido creado, todo el resto, al subordinarse a éste, se organiza poco a poco.


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